Sí, a veces me enfado. A veces me siento tan sola, tan cansada y tan harta de todo que me enfado por que me parece que no hay solución y que nadie lo entiende.
Me parece increíble que me digan que es cuestión de voluntad o que espavile o que salga de casa o que me vaya a hacer deporte.
Me enfado, me enfado porqué... no puedo. Es obvio que no puedo.
¿Es que nadie lo ve? Estoy tan cansada...
1/2
Si pudiera elegir me metería ahora mismo en la cama, bien tapada.
A veces lo he hecho. Y ahora quiero hacerlo.
Y mientras no viene nadie estoy bien. Estoy tranquila.
Bien no es la palabra. Vacía quizás.
Mi cabeza no piensa en nada o le da igual en qué piense. Miro un punto cualquiera sin mirarlo.
Dentro noto que mi corazón quiere ir más lento pero no puede.
A penas me muevo de vez en cuando porque me duele el cuerpo.
Pero me muevo poco por que tampoco quiero notarlo.
No quiero a mi cuerpo y no me gusta. No es bello, ni fuerte, ni siquiera útil.
Y hay algo, dentro, que quiere romperse.
A veces mis ojos lloran. Mis mejillas se van humedeciendo cada vez más y yo las seco poco a poco con las sábanas.
De pronto hace demasiado frío como para salir de la cama a buscar pañuelos.
No tengo hambre ni ganas de comer.
Estoy aletargada pero no es letargo.
Es como si estuviera aquí pero hiciese mucho que ya no estoy.
Como si diera igual además.
Quizás pienso que si yo no estuviera nada cambiaría.
Mi mente empieza a pensar cosas feas de mí. De todo yo.
Entonces alguien viene y no me gusta.
Oigo abrirse la puerta y no quiero. Estoy sola y estoy bien. Quiero desaparecer. Que me dejen en mi mundo.
Y me enfado. Contesto mal.
No quiero hablar ni que me hablen por que nada va a cambiar.
Nadie me va a entender.
Estoy con mala cara, irritada me levanto y sin ganas pongo, quizás, una lavadora.
Qué asco...
2/2
Pero puedo elegir y sé que estoy enfadada y que es por algo que tengo dentro. Así que ese enfado debo redefinirlo. Es ansiedad. Debo gestionarla de forma inteligente.
Me tomo un orfidal y me siento en el sofá. Estoy muy cansada pero sé que la cama sólo va a comerme. Así que sofá y tele suave y mandala y estuche de colores.
Tengo que acordare de ponerme cerca también la botella de agua el cerebro necesita hidratarse.
Pasa el rato y llega.
- Sé que estás cansado ¿pero me acompañas a dar un paseo? Sólo diez minutos. Sacar al perrillo.
- Vale, suelto lo del trabajo y vamos.
Me siento enfadada de nuevo. Tiene que ser ya. Pero sé que no estoy enfadada, sé que tengo miedo de que después me cueste demasiado. Aun así percibo mis emociones. Mientras deja las cosas del trabajo las apunto en mi libreta para la psicóloga y el psiquiatra, fecha, emociones y situación.
Aun me queda mucho que aprender.
- ¿Vamos? - dice
- Vale - digo entre lágrimas. - Todo bien, es sólo que mi cuerpo hoy parece querer llorar.
Le abrazo,me abraza, sacamos al perro y esa noche cena ligera y medicación temprano para descansar bien.
MISMA SITUACIÓN.
SÓLO CAMBIA LA ELECCIÓN.
HACE 15 AÑOS ELEGÍA LA PRIMERA.
HOY TAMBIÉN QUIERO ELEGIRLA.
PERO SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE SÉ QUE DEBO ELEGIR LA SEGUNDA. Y LO HAGO.
Y DESPUÉS, DESDE LA TRANQUILIDAD ESTOS 6 PUNTOS:
1- TIEMPO, PACIENCIA Y EDUCACIÓN DE LA PERSONA Y SU ENTORNO SOBRE LA PATOLOGÍA
2- TRATAMIENTO MÉDICO Y FARMACOLÓGICO,
3- VISITAS CONTINUADAS CON LOS PROFESIONALES,
4- MUCHÍSIMA INFORMACIÓN,
5- RESPETO Y APOYO DEL ENTORNO,
6- AUTOCONOCIMIENTO DE LA PERSONA AQUEJADA, DE TODO LO QUE NOS CONFORMA:
CUIDADO FÍSICO
HÁBITOS SALUDABLES
HERRAMIENTAS COTIDANAS
#rcr19
#pinkpower
#juntosmásjuntosmejor
#clubdeportivorcr19
#retossolidarios
#visibilidadsaludmental
#sinlímites
#integración
#nonosseparamietiquetasinotumiedo
#lainformacionune
#rompiendocreencias
Me parece increíble que me digan que es cuestión de voluntad o que espavile o que salga de casa o que me vaya a hacer deporte.
Me enfado, me enfado porqué... no puedo. Es obvio que no puedo.
¿Es que nadie lo ve? Estoy tan cansada...
Si pudiera elegir me metería ahora mismo en la cama, bien tapada.
A veces lo he hecho. Y ahora quiero hacerlo.
Y mientras no viene nadie estoy bien. Estoy tranquila.
Bien no es la palabra. Vacía quizás.
Mi cabeza no piensa en nada o le da igual en qué piense. Miro un punto cualquiera sin mirarlo.
Dentro noto que mi corazón quiere ir más lento pero no puede.
A penas me muevo de vez en cuando porque me duele el cuerpo.
Pero me muevo poco por que tampoco quiero notarlo.
No quiero a mi cuerpo y no me gusta. No es bello, ni fuerte, ni siquiera útil.
Y hay algo, dentro, que quiere romperse.
A veces mis ojos lloran. Mis mejillas se van humedeciendo cada vez más y yo las seco poco a poco con las sábanas.
De pronto hace demasiado frío como para salir de la cama a buscar pañuelos.
No tengo hambre ni ganas de comer.
Estoy aletargada pero no es letargo.
Es como si estuviera aquí pero hiciese mucho que ya no estoy.
Como si diera igual además.
Quizás pienso que si yo no estuviera nada cambiaría.
Mi mente empieza a pensar cosas feas de mí. De todo yo.
Entonces alguien viene y no me gusta.
Oigo abrirse la puerta y no quiero. Estoy sola y estoy bien. Quiero desaparecer. Que me dejen en mi mundo.
Y me enfado. Contesto mal.
No quiero hablar ni que me hablen por que nada va a cambiar.
Nadie me va a entender.
Estoy con mala cara, irritada me levanto y sin ganas pongo, quizás, una lavadora.
Qué asco...
2/2
Pero puedo elegir y sé que estoy enfadada y que es por algo que tengo dentro. Así que ese enfado debo redefinirlo. Es ansiedad. Debo gestionarla de forma inteligente.
Me tomo un orfidal y me siento en el sofá. Estoy muy cansada pero sé que la cama sólo va a comerme. Así que sofá y tele suave y mandala y estuche de colores.
Tengo que acordare de ponerme cerca también la botella de agua el cerebro necesita hidratarse.
Pasa el rato y llega.
- Sé que estás cansado ¿pero me acompañas a dar un paseo? Sólo diez minutos. Sacar al perrillo.
- Vale, suelto lo del trabajo y vamos.
Me siento enfadada de nuevo. Tiene que ser ya. Pero sé que no estoy enfadada, sé que tengo miedo de que después me cueste demasiado. Aun así percibo mis emociones. Mientras deja las cosas del trabajo las apunto en mi libreta para la psicóloga y el psiquiatra, fecha, emociones y situación.
Aun me queda mucho que aprender.
- ¿Vamos? - dice
- Vale - digo entre lágrimas. - Todo bien, es sólo que mi cuerpo hoy parece querer llorar.
Le abrazo,me abraza, sacamos al perro y esa noche cena ligera y medicación temprano para descansar bien.
MISMA SITUACIÓN.
HACE 15 AÑOS ELEGÍA LA PRIMERA.
HOY TAMBIÉN QUIERO ELEGIRLA.
PERO SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE SÉ QUE DEBO ELEGIR LA SEGUNDA. Y LO HAGO.
ESO SÍ, PARA QUE ESA ELECCIÓN SEA POSIBLE ES IMPRESCINDIBLE:
¡¡NO TENERLE MIEDO A LA PATOLOGÍA!!
ENTENDER QUE TODO LO QUE SABEMOS DE SALUD MENTAL SON, POR REGLA GENERAL, CREENCIAS O IDEAS PREJUICIOSAS ADQUIRIDAS
Y DESPUÉS, DESDE LA TRANQUILIDAD ESTOS 6 PUNTOS:
1- TIEMPO, PACIENCIA Y EDUCACIÓN DE LA PERSONA Y SU ENTORNO SOBRE LA PATOLOGÍA
2- TRATAMIENTO MÉDICO Y FARMACOLÓGICO,
3- VISITAS CONTINUADAS CON LOS PROFESIONALES,
4- MUCHÍSIMA INFORMACIÓN,
5- RESPETO Y APOYO DEL ENTORNO,
6- AUTOCONOCIMIENTO DE LA PERSONA AQUEJADA, DE TODO LO QUE NOS CONFORMA:
CUIDADO FÍSICO
HÁBITOS SALUDABLES
HERRAMIENTAS COTIDANAS
¡¡SE PUEDE!! ¡NO TE RINDAS!
#pinkpower
#juntosmásjuntosmejor
#clubdeportivorcr19
#retossolidarios
#visibilidadsaludmental
#sinlímites
#integración
#nonosseparamietiquetasinotumiedo
#lainformacionune
#rompiendocreencias
Me ha impactado leer este texto. Me resulta una gran aportación para cualquier persona que lo lea.
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